RECETAS POR PUNTOS
Alcoholismo.
El alcoholismo se caracteriza por el deseo o la necesidad compulsiva de beber alcohol, la pérdida de control o la dependencia física, además de la presencia de síntomas de tolerancia (la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol para experimentar las mismas sensaciones que se conseguían antes con menos dosis) y de abstinencia (que se experimentan cuando se disminuye o se elimina su consumo después de su uso prolongado y en grandes cantidades tales como: hiperactividad autonómica, temblor, insomnio, náuseas o vómitos, alucinaciones, ansiedad, agitación psicomotriz, crisis epilépticas).
La persona con este trastorno suele tener un solo objetivo en la vida obtener y consumir alcohol.
Por eso pierden la motivación por todo lo demás. En la fase avanzada, dejan el trabajo, se despreocupan de su familia, pierden el interés por las relaciones afectivas y sexuales y aficiones.
Los alcohólicos suelen ser muy reservados respecto a sus actividades.
Mienten y roban para comprar alcohol. Realizan promesas que más tarde no cumplen, y ocasionan problemas económicos.
Los síntomas físicos abarcan dificultades en la digestión, inapetencia, impotencia, debilidad y temblor de manos, falta de concentración, dificultad para conciliar el sueño, vahídos, vacíos de memoria, angustia, ira y depresión.
Problemas legales. La ingestión excesiva de alcohol puede causar lesiones hepáticas y cerebrales.
Alcoholismo.
El alcoholismo se caracteriza por el deseo o la necesidad compulsiva de beber alcohol, la pérdida de control o la dependencia física, además de la presencia de síntomas de tolerancia (la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol para experimentar las mismas sensaciones que se conseguían antes con menos dosis) y de abstinencia (que se experimentan cuando se disminuye o se elimina su consumo después de su uso prolongado y en grandes cantidades tales como: hiperactividad autonómica, temblor, insomnio, náuseas o vómitos, alucinaciones, ansiedad, agitación psicomotriz, crisis epilépticas).
La persona con este trastorno suele tener un solo objetivo en la vida obtener y consumir alcohol.
Por eso pierden la motivación por todo lo demás. En la fase avanzada, dejan el trabajo, se despreocupan de su familia, pierden el interés por las relaciones afectivas y sexuales y aficiones.
Los alcohólicos suelen ser muy reservados respecto a sus actividades.
Mienten y roban para comprar alcohol. Realizan promesas que más tarde no cumplen, y ocasionan problemas económicos.
Los síntomas físicos abarcan dificultades en la digestión, inapetencia, impotencia, debilidad y temblor de manos, falta de concentración, dificultad para conciliar el sueño, vahídos, vacíos de memoria, angustia, ira y depresión.
Problemas legales. La ingestión excesiva de alcohol puede causar lesiones hepáticas y cerebrales.